top of page

𝗦𝗶𝗻 𝗟𝗶𝗯𝗲𝗿𝘁𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗘𝘅𝗽𝗿𝗲𝘀𝗶𝗼́𝗻, 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗰𝗿𝗮𝗰𝗶𝗮.


Descripción:

El derecho de la Libertad de Expresión está en nuestra constitución como una garantía y una libertad que tenemos todos los mexicanos.

Nuestra nación –que se dice ser demócrata– necesita una pluralidad de ideologías, de opiniones.

En nuestro país, se ha trastornado esa facultad de opinar.

Porque cualquier persona que cuestione, critique, pregunte o difiera de este gobierno, son muy señalados, criticados y aborrecidos por el presidente López Obrador.

No se trata de eso de señalar, estigmatizar, ni menos censurar, cuando vivimos en un país democrático. 𝗘𝗹 𝘀𝘂𝗿𝗴𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀, 𝗱𝘂𝗱𝗮𝘀 𝘆 𝗱𝗲𝗯𝗮𝘁𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝘁𝗼𝘁𝗮𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗯𝗶𝗲𝗻𝘃𝗲𝗻𝗶𝗱𝗮𝘀.

 

Cuando disentimos de una postura, lo hacemos mediante una opinión y esto puede ser por intermedio de: un 𝗱𝗲𝗯𝗮𝘁𝗲, una 𝗰𝗵𝗮𝗿𝗹𝗮, una 𝗺𝗮𝗻𝗶𝗳𝗲𝘀𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝘂́𝗯𝗹𝗶𝗰𝗮 y 𝗽𝗮𝗰𝗶́𝗳𝗶𝗰𝗮, un 𝘃𝗶́𝗱𝗲𝗼 o una 𝗻𝗮𝗿𝗿𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮 como ésta.

A eso se le llama: 𝗟𝗶𝗯𝗲𝗿𝘁𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗘𝘅𝗽𝗿𝗲𝘀𝗶𝗼́𝗻. Lo que estás haciendo o lo que hacemos, es hacer valer nuestro derecho que está en nuestra Carta Magna, que tenemos todos los mexicanos.


En nuestro país, se ha trastornado esa facultad de opinar.


Porque desde que tomó posesión este gobierno autollamado: “4𝘵𝘢 𝘛𝘳𝘢𝘯𝘴𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯”, cualquier persona que cuestione, critique, pregunte o difiera, para ellos son unos viles pagados por el putrefacto régimen.

En nuestros días son muy señalados, criticados, y aborrecidos; principalmente por el presidente López Obrador, aquellos que cuestionan sagazmente de él y de sus subordinados, dios guarde cuando es esto, porque son unos vendidos neoliberales.

A esto, se le suma, que 𝗵𝗮𝘆 𝘂𝗻𝗮 𝗲𝗻𝗼𝗿𝗺𝗲 𝘁𝗲𝗻𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗮𝗰𝘂𝘀𝗮𝗿 𝗮 cualquier crítico, ya sean 𝗽𝗲𝗿𝗶𝗼𝗱𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀, 𝗼𝗽𝗶𝗻𝗶𝗼́𝗹𝗼𝗴𝗼𝘀, 𝗳𝗲𝗺𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀, 𝗲𝘀𝘁𝘂𝗱𝗶𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗺𝗮𝗻𝗶𝗳𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗲 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝘀𝗼 𝗮 𝗹𝗮𝘀 "𝗺𝗮𝗹𝗱𝗶𝘁𝗮𝘀" 𝗿𝗲𝗱𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀, porque son pagados por los grupos conservadores de México.

Y no solamente hablo del Pdte. sino de sus seguidores, ya que ellos que al igual que él, se han convertido en ser ferozmente juzgadores y “𝘴𝘦𝘳 𝘥𝘶𝘦𝘯̃𝘰𝘴 𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘦𝘥𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘢𝘣𝘴𝘰𝘭𝘶𝘵𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥, 𝘱𝘰𝘳 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘵𝘰, 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘥𝘪𝘤𝘦 𝘦𝘴 𝘱𝘶𝘳𝘰, 𝘺 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘯𝘦𝘳 𝘦𝘯 𝘵𝘦𝘭𝘢 𝘥𝘦 𝘫𝘶𝘪𝘤𝘪𝘰 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘢𝘭𝘨𝘢 𝘰 𝘴𝘦 𝘥𝘪𝘨𝘢 𝘥𝘦𝘴𝘥𝘦 𝘗𝘢𝘭𝘢𝘤𝘪𝘰 𝘕𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭” ….

Ya que, como se dice coloquialmente: ‘los trae entre ceja y ceja’, en otros términos, somos sus enemigos aquellos que nos atrevemos a opinar de lo que no estamos de acuerdo o nos pone a dudar de las acciones que hay.

El derecho de la Libertad de Expresión está en nuestra constitución en los artículos 𝟲 y 𝟳, como una garantía y una libertad que tenemos todos los mexicanos.

Pero ¿𝗘𝗻 𝗾𝘂𝗲́ 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲 𝗲𝘀𝗲 𝗗𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼, 𝗚𝗮𝗿𝗮𝗻𝘁𝗶́𝗮 𝘆 𝗟𝗶𝗯𝗲𝗿𝘁𝗮𝗱 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹? - No sólo consiste el dar a conocer nuestras ideas, el pensar, compartir opiniones a otras personas, no. Sino que va más allá de lo que pensábamos, es decir, el derecho a razonar y dar a conocer lo que pienso y lo que conozco, de igual forma 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝘆𝗲 𝗹𝗮 𝗹𝗶𝗯𝗲𝗿𝘁𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮𝗿, 𝗿𝗲𝗰𝗶𝗯𝗶𝗿 𝘆 𝗱𝗶𝗳𝘂𝗻𝗱𝗶𝗿 𝗶𝗱𝗲𝗮𝘀, 𝗼𝗽𝗶𝗻𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗲 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀, 𝗽𝗼𝗿 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗼 𝘆 𝗰𝗼𝗻 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿 𝗼𝘁𝗿𝗼 𝗽𝗮𝗶́𝘀.

Y esto lo protege la Ley, además, la libertad de expresión permite acceder a la información del gobierno, o sea, tenemos acceso tanto a los documentos que generan las instituciones públicas, como a la información que está en poder de las y los servidores públicos; esto se conoce como 𝗗𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼 𝗱𝗲 𝗔𝗰𝗰𝗲𝘀𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗜𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻.

Considerando que unos de los principales 𝘦𝘯 𝘢𝘳𝘳𝘪𝘦𝘴𝘨𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘦𝘭 𝘱𝘦𝘭𝘭𝘦𝘫𝘰 por nosotros – son los Periodistas – para dar público o evidenciar los malos manejos de los servidores públicos, la corrupción que hay en nuestro ambiente o seguir paso por paso algún seguimiento no de uno, sino de varias eventualidades, etcétera.

Lo cierto, es que en 𝗠𝗲́𝘅𝗶𝗰𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗶́𝘀𝗲𝘀 𝗺𝗮́𝘀 𝗽𝗲𝗹𝗶𝗴𝗿𝗼𝘀𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗷𝗲𝗿𝗰𝗲𝗿 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗶𝗼𝗱𝗶𝘀𝗺𝗼, y uno de los que más agresiones reciben por día: cerca de 14 cada 24 horas. Estas agresiones vienen principalmente del crimen organizado y en gran medida también de gobiernos, ya sean municipales, estatales o del federal.

El periodismo o la prensa, es una de las profesiones más importantes que necesita nuestra nación. Porque como un país en el que vivimos, está repleto de plagas y calamidades, como son: 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘳𝘳𝘶𝘱𝘤𝘪𝘰́𝘯, 𝘪𝘮𝘱𝘶𝘯𝘪𝘥𝘢𝘥𝘦𝘴, 𝘥𝘦𝘴𝘪𝘨𝘶𝘢𝘭𝘥𝘢𝘥 𝘦 𝘪𝘯𝘴𝘦𝘨𝘶𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘴𝘰𝘤𝘪𝘢𝘭.

Ya que ellos son el pilar del 𝗰𝘂𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼𝗻𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼, 𝗹𝗮 𝗶𝗻𝘃𝗲𝘀𝘁𝗶𝗴𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝗶𝗻𝗱𝗮𝗴𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝗲𝗹 𝗮𝗻𝗮́𝗹𝗶𝘀𝗶𝘀, 𝗽𝗿𝗲𝗴𝘂𝗻𝘁𝗮𝗿, 𝘆 𝗱𝗮𝗿 𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝗿 las noticias o casos más importantes que está pasando en nuestro entorno y, por supuesto, a 𝗹𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗰𝘂́𝘀𝗽𝗶𝗱𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 – los que se creen intocables – 𝗲𝗹 𝗴𝗼𝗯𝗶𝗲𝗿𝗻𝗼.

Y su labor tiene que hacerse una manera responsable, sin contradicciones, de una manera ética, analítica, sin amarillismos, morbos etc. O como se le dice con repudio que no sean: '𝘤𝘩𝘢𝘺𝘰𝘵𝘦𝘳𝘰𝘴'.

En pocas palabras 𝘀𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝗽𝗼𝗻𝗱𝗲𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗺𝗼𝗱𝗲𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿, 𝘆 𝘀𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗽𝗿𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗱𝗮𝗿 𝘃𝗼𝘇 𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝘀𝗮𝘀 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀.

A su vez, la misma ciudadanía se dice ser “defensores” (en ocasiones) a la Libertad de Prensa, pero lo deja de hacer cuando ya no le gusta lo que dicen o no coincida con su forma de pensar.

Recordemos, que en cierta medida son ellos la pilastra – junto con nosotros – 𝗿𝗲𝘀𝗴𝘂𝗮𝗿𝗱𝗮𝗿 𝗟𝗮 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗰𝗿𝗮𝗰𝗶𝗮.

Pero de igual forma, nosotros tenemos esa responsabilidad de ser sustentáculos para la democracia, dicho de otra manera, que no dejemos todo el trabajo a ellos, sino que también pidamos resultados, o que aclaren nuestras inquietudes que tengamos.

𝗡𝗼 𝘀𝗲𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀, 𝗻𝗶 𝗺𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗹𝗮 𝗽𝗹𝗲𝗶𝘁𝗲𝘀𝗶́𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮𝗻.

Asimismo, que nuestras cuestiones al gobierno y también a su vez cuestionar a nuestra misma sociedad del: “¿𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝘁𝘂́ 𝗽𝗼𝘀𝘁𝘂𝗿𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝘆 𝗹𝗮 𝗺𝗶́𝗮 𝗻𝗼?”. Esto, para que podamos equilibrar y calmar lo furibundos, iracundos y frenéticos que podemos llegar a ser, cuando escuchamos algo muy distinto a nuestra forma de ver las cosas.

Es decir, que, si hacemos una 𝗧𝗲𝘀𝗶𝘀, lo que contrarrestará será una 𝗔𝗻𝘁𝗶́𝘁𝗲𝘀𝗶𝘀, a la vez se llegará a una deducción que es una: 𝗦𝗶́𝗻𝘁𝗲𝘀𝗶𝘀.

Dicho de otra manera, el sistema político que tenemos surgirá en primera instancia de una 𝘵𝘦𝘴𝘪𝘴, que provocará una contradicción denominada 𝘢𝘯𝘵𝘪́𝘵𝘦𝘴𝘪𝘴 y finalmente emergerá una 𝘴𝘪́𝘯𝘵𝘦𝘴𝘪𝘴, conocida como la superación de dicha contradicción, 𝗴𝗲𝗻𝗲𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗼𝘁𝗿𝗮 𝘁𝗲𝘀𝗶𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗲𝗿𝗽𝗲𝘁𝘂́𝗮 𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗼𝗰𝗲𝘀𝗼.

Lo que acabamos de mencionar se le conoce como: 𝗣𝗿𝗼𝗰𝗲𝘀𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗗𝗶𝗮𝗹𝗲́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮 𝗼 𝗗𝗶𝗮𝗹𝗲́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮 𝗛𝗲𝗴𝗲𝗹𝗶𝗮𝗻𝗮.

De la misma manera estamos a favor en la Democracia; porque en toda democracia, siempre habrá un choque de ideas, que esas ideas las vamos a expresar mediante al derecho de opinar o de otro modo que lo conocemos: libertad de expresión.

No podemos estar a favor del todo con algo, ni menos pensar igual como al otro compatriota.

Si lo hacemos, y si siguen defendiendo la postura del Pdte. Andrés Manuel al igual de su clan, ralea y calaña de: “𝘴𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘦𝘯 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘴𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘢𝘪́𝘴 𝘰 𝘦𝘯 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘢”.

𝗛𝗮𝗯𝗿𝗮́ 𝘂𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻𝗰𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹, 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗼, 𝗶𝗱𝗲𝗼𝗹𝗼́𝗴𝗶𝗰𝗼 𝘆 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗰𝗿𝗮́𝘁𝗶𝗰𝗼.

¿O acaso ya no se acuerdan de que lo repite en varias ocasiones el presidente, siempre que está en el pódium presidencial?

“𝘕𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳𝘴𝘦, 𝘰 𝘴𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘴𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘰 𝘴𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘦𝘯 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘴𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘢𝘪́𝘴”.

“𝘘𝘶𝘦 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘧𝘪𝘯𝘢𝘯, 𝘯𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘢𝘴 𝘵𝘪𝘯𝘵𝘢𝘴, 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘴𝘦 𝘶𝘣𝘪𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘳𝘳𝘦𝘴𝘱𝘰𝘯𝘥𝘦, 𝘯𝘰 𝘦𝘴 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘪𝘮𝘶𝘭𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘰 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘦𝘳𝘷𝘢𝘥𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘰 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘢𝘭𝘦𝘴, 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘢𝘴 𝘵𝘪𝘯𝘵𝘢𝘴”.

No, no, no y una vez más NO.

No se trata de eso de señalar, estigmatizar, ni menos censurar, cuando vivimos en un país democrático. 𝗘𝗹 𝘀𝘂𝗿𝗴𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀, 𝗱𝘂𝗱𝗮𝘀 𝘆 𝗱𝗲𝗯𝗮𝘁𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝘁𝗼𝘁𝗮𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗯𝗶𝗲𝗻𝘃𝗲𝗻𝗶𝗱𝗮𝘀.

Así que no, no seamos partícipes junto con ellos, de decir: “𝘵𝘶́ 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘦𝘳𝘷𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘺 𝘺𝘰, 𝘶𝘯 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘢𝘭”, porque no, tenemos de las dos e incluso más ideologías como tal. Ni mucho menos decirnos: “𝘮𝘪𝘳𝘢, 𝘢𝘲𝘶𝘦́𝘭 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘤𝘩𝘢𝘪𝘳𝘰, 𝘴𝘦 𝘷𝘦 𝘤𝘭𝘢𝘳𝘪𝘵𝘰” o “𝘦𝘴𝘦 𝘴𝘦 𝘭𝘦 𝘷𝘦 𝘢 𝘭𝘦𝘨𝘶𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘧𝘪𝘧𝘪́”.

Ya no se acuerdan del famoso y sabio dicho que dice: '𝘋𝘰𝘴 𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢𝘴 𝘱𝘪𝘦𝘯𝘴𝘢𝘯 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘶𝘯𝘢, 𝘺 𝘷𝘢𝘳𝘪𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢𝘴, 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘢𝘶́𝘯’. Ustedes se preguntarán por qué lo hacemos mención, es muy simple:

Para que se den cuenta que nuestra nación – que se dice ser demócrata – necesita una pluralidad de ideologías, de opiniones, soluciones, para el beneficio de México.

Porque si nos quedamos con la pobre opinión o idea de un individuo o de un partido, 𝗻𝗼 𝗻𝗼𝘀 𝘃𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗮 𝗲𝗻𝗿𝗶𝗾𝘂𝗲𝗰𝗲𝗿 𝗷𝗮𝗺𝗮́𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼𝗰𝗶𝗻𝗶𝗼, 𝗼𝗯𝘀𝘁𝗿𝘂𝘆𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗰𝗿𝗮𝗰𝗶𝗮.

Y la pregunta rudimentaria de hacerse es: ¿𝘾𝙪𝙖́𝙡 𝙚𝙨 𝙡𝙖 𝙞𝙢𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙡𝙞𝙗𝙚𝙧𝙩𝙖𝙙 𝙙𝙚 𝙚𝙭𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙤́𝙣 𝙚𝙣 𝙪𝙣 𝙨𝙞𝙨𝙩𝙚𝙢𝙖 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙘𝙧𝙖́𝙩𝙞𝙘𝙤?

Sencillo, las decisiones no se tienen que limitar al mero acto de votar o a la oportunidad de postularse como candidato en una elección, no.

Se extiende también a 𝗹𝗮𝘀 𝗳𝗮𝘀𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗱𝗶𝘀𝗰𝘂𝘀𝗶𝗼́𝗻, 𝗱𝗲𝗯𝗮𝘁𝗲 𝘆 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗽𝗿𝗲𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 mediante las que 𝗹𝗮 𝗼𝗽𝗶𝗻𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝘂́𝗯𝗹𝗶𝗰𝗮 𝘀𝗲 𝘃𝗲𝗮 𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗱𝗮 e 𝗶𝗻𝗳𝗹𝘂𝘆𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗱𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 de nuestros representantes sociales.

𝗗𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗿𝗲𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮𝗱𝗼 𝘂𝗻𝗮 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 a nuestro ordenamiento político, pero también 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗽𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝘅𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮𝘆 𝗺𝗮́𝘀 𝗽𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀 𝗲 𝗶𝗱𝗲𝗼𝗹𝗼𝗴𝗶́𝗮𝘀.

Sin libertad de expresión no existe la libertad de prensa (escrita, radial, audiovisual y digital) y por esta razón está indisolublemente ligada a la libertad de información, a la libertad académica y a la democracia.

Paralelamente, la correlación del sistema democrático y la libertad de expresión busca una preeminencia de inclusión y pluralismos informativos.

𝗟𝗼 𝗰𝘂𝗮𝗹, 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝗮𝗰𝗲𝗽𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗴𝗼𝗯𝗶𝗲𝗿𝗻𝗼 𝗱𝗲𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗲 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘃𝗲𝗿, 𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗯𝗶𝗿, 𝗹𝗲𝗲𝗿 𝗼 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗿.

Puesto que, se consideraría una postura autoritaria, hegemónica y totalitaria y con toda su antípoda de posición democráticas y libertarias.

(Aunque viéndolo bien, siempre hubo déficits democráticos en nuestro país, o sea, vulneración a la libertad de opinar y no hablo solamente de la actualidad, sino desde de la época contemporánea de México).

Es por eso con el nuevo dominio de espacios ya emancipados como son los: podcasts, radioeléctricos, audiovisuales, digital y redes sociales; hay un mayor impacto a nuestra población de difusión, llevándolo al intercambio de información, ideas, opiniones y debates fortaleciendo a nuestra democracia, la libertad de opinar y el acceso de información.

No obstante, demasiadas veces 𝘀𝗲 𝗱𝗶𝗳𝘂𝗻𝗱𝗲 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗳𝗮𝗹𝘀𝗮, 𝗶𝗻𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝘁𝗮 𝗼 𝗺𝗮𝗻𝗶𝗽𝘂𝗹𝗮𝗱𝗮 para beneficio político, económico o personal de quién lo hace. Por consiguiente, hay una autocrítica necesaria que la prensa, los opinólogos e intelectuales debe de hacerse.

En México la Libertad de Expresión se transgrede severamente que conlleva al óbito de personas, y a su vez, hay una enorme vulneración de amordazar ese derecho que tenemos todos los mexicanos.

¿Cuántos periodistas, estudiantes, intelectuales e incluso personas han muerto por opinar?


O al revés, ¿Cuántos periodistas, estudiantes, intelectuales e incluso personas han sido intimidadas, amenazadas y amordazadas por el simple hecho de expresarse?


En nuestro suelo mexicano desde punta a punta ha sucedido esto, que “desaparecieron” o se “retractaron” al momento de manifestarse de opinar, publicar o disentir del gobierno y del crimen organizado.


¿Y cuántas veces no hemos oído, visto, leído las noticias de homicidios a periodistas, estudiantes, intelectuales y de personas, que también fueron vituperados? Muchas veces.


Hacemos mención esas preguntas por el simple hecho que nuevamente nuestro Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas: Andrés Manuel López Obrador; defendió a los grupos delictuosos, llamándolos que también son humanos, que tienen derechos humanos como tal y afirmó que en su administración se cuida de las fuerzas armadas, pero también de los delincuentes:

“𝘌𝘴𝘰 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘰́, 𝘢𝘥𝘦𝘮𝘢́𝘴, 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘶𝘪𝘥𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘦𝘭𝘦𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘍𝘶𝘦𝘳𝘻𝘢𝘴 𝘈𝘳𝘮𝘢𝘥𝘢𝘴, 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘋𝘦𝘧𝘦𝘯𝘴𝘢, 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘎𝘶𝘢𝘳𝘥𝘪𝘢 𝘕𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯 𝘤𝘶𝘪𝘥𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘨𝘳𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘣𝘢𝘯𝘥𝘢𝘴, 𝘴𝘰𝘯 𝘴𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴”, expresó el mandatario el 12 de mayo.

Pero hay una pregunta fundamental de hacerse: ¿𝗩𝗲𝗿𝗱𝗮𝗱𝗲𝗿𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝗱𝘂𝗰𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗱𝗲𝗹𝗶𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗼𝗿𝗴𝗮𝗻𝗶𝘇𝗮𝗱𝗮 𝘀𝗼𝗻 𝗴𝗲𝗻𝘂𝗶𝗻𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀?, para que digamos “𝘷𝘢𝘺𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘪𝘵𝘢𝘳𝘪𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦, 𝘲𝘶𝘦 𝘣𝘦𝘯𝘦́𝘷𝘰𝘭𝘰𝘴 𝘴𝘰𝘯”; ¡por favor, esto es imposible, lo que hacen es macabro, siniestro y fúnebre! Totalmente son deshumanos con la población.

Nos tienen aterrorizados por su comportamiento a todo un pueblo. Igualmente hay de nuevo otro interrogatorio primordial que se tiene que hacer: ¿𝗬 𝗱𝗼́𝗻𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼𝘀 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗶𝗼𝗱𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀 – 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝘀𝗼𝗻 𝗺𝗲𝘅𝗶𝗰𝗮𝗻𝗼𝘀 – 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗴𝘂𝗮𝗿𝗱𝗮𝗿, 𝘁𝘂𝘁𝗲𝗹𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗱𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮, 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿𝘀𝗲 𝗲𝘅𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮𝗿 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲?Bastante interesante no lo creen… .

Lo que requiere esta nación no es escuchar monólogos de las mañaneras para atacar intelectuales o ciudadanos que tienen visiones diferentes, para intimidar y amordazar la libertad de expresión con ataques indiscriminados a periodistas y atizando un núcleo de polarización nacional, que lejos de fomentar Patria, se fragmenta, día con día.

Ni menos tener a un presidente dedicarse todos los días a segregar a un país, entre ricos y pobres, fifís y chairos, conservadores y liberales, cuando la ocupación de un Jefe de Estado es ser el garante de la convocación de la unidad de todos los mexicanos.


Y el ominoso síndrome que tiene nuestro sistema político, es la histórica estrategia de perpetuar la ignorancia para gobernar al pueblo es que, entre menos conocimientos tenga el ciudadano de la calle, más fácil es su manipulación política, económica y social.


Para esto es necesario tener presente a 𝗹𝗮 𝗙𝗶𝗹𝗼𝘀𝗼𝗳𝗶́𝗮 𝗣𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗮, ya que mejoraría y cambiaría a nuestro régimen político, es decir, solucionaría algunas de las problemáticas que tiene nuestro territorio, como lo es: 𝘦𝘭 𝘢𝘯𝘢𝘭𝘧𝘢𝘣𝘦𝘵𝘪𝘴𝘮𝘰.


Y para aquellos que no sepan de qué se trata esta ciencia de estudio – que es necesaria en todos los países – es una disciplina normativa que es concebida en la actualidad como una área especializada de la ciencia política; como tal la filosofía reflexiona mediante el razonamiento y la lógica. En sí, la Filosofía Política se ocupa de temas y problemas relacionados con el estudio y el análisis de los fenómenos políticos, desde una perspectiva normativo-prescriptiva y también incluye cuestiones fundamentales acerca del gobierno, la política, la libertad, igualdad, justicia y el poder político, etcétera.

Como vemos la filosofía política, nos permite 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗿𝗼𝗴𝗮𝗿, 𝗿𝗲𝗳𝘂𝘁𝗮𝗿, 𝗰𝘂𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝗳𝘂𝘁𝗮𝗿 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗣𝗼𝗱𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗣𝘂́𝗯𝗹𝗶𝗰𝗼𝘀.

Es por eso por lo que resulta totalmente execrable, pérfido, peyorativo e insultante de parte de nuestro líder político, el Presidente López Obrador, que salga y siga defendiendo, protegiendo la vida – como dice él – de los delincuentes, mas no a los mexicanos, que señale, ataque, estigmatice, denigre, intimide y amordace la liberta de opinar, de expresarnos lo que pensamos, diferimos, concluimos, indaguemos, investiguemos, veamos las contrapartes como libres ciudadanos que somos.


De verdad si seguimos escuchando lo mismo de siempre de él y de sus integrantes partidistas o idealistas, nos van a insultar a nuestra inteligencia, y jamás nos permitirán razonar, pensar, indagar, cavilar, vaya que no usemos nuestro sentido común para sacar nuestras propias conclusiones, opiniones y nuestro criterio propio.


Recuerden a ninguna gobernanza le conviene que critiquemos, interroguemos, opinemos, cuestionemos, pensemos y compartamos el conocimiento, porque al final de cuenta eso es, deducimos y sacamos un discernimiento propio de las cosas. No importa el color o el multicolor unido de varios partidos, en ningún momento le va a consentir, agradar, al contrario, prefieren tenernos ignorantes, neandertales, cromañones, retrógradas, sumisos, sometidos, dóciles, como ya les habíamos dicho en una pleitesía.

Y si no nos creen, 𝘃𝗮𝘆𝗮𝗻 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗵𝗲𝗰𝗵𝗼𝘀 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝗮𝗰𝘁𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀, 𝗱𝗲 𝗮𝗾𝘂𝗶́, 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗲𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗹𝗼𝗯𝗼 𝘁𝗲𝗿𝗿𝗮́𝗾𝘂𝗲𝗼; 𝗲𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿𝗮́𝗻 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, pero que sea verídica de fuentes confiables eso sí, comparen informaciones con una y con otra.

Hay una frase magnífica del filósofo 𝗕𝗲𝗿𝘁𝗿𝗮𝗻𝗱 𝗥𝘂𝘀𝘀𝗲𝗹𝗹 que dice: ‘𝙂𝙧𝙖𝙣 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙙𝙞𝙛𝙞𝙘𝙪𝙡𝙩𝙖𝙙𝙚𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙡𝙖𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙖𝙩𝙧𝙖𝙫𝙞𝙚𝙨𝙖 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣𝙙𝙤 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙗𝙚𝙣 𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙞𝙜𝙣𝙤𝙧𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙚𝙨𝙩𝙖́𝙣 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙩𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙧𝙤𝙨 𝙮 𝙡𝙤𝙨 𝙞𝙣𝙩𝙚𝙡𝙞𝙜𝙚𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙡𝙡𝙚𝙣𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙙𝙪𝙙𝙖𝙨’.


Algo preciso que debemos de tener 𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗰𝗿𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗼𝗯𝗶𝗲𝗿𝗻𝗼, 𝗲𝘀𝘁𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗼 𝗼 𝗻𝗼, 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝘂𝘀 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗮𝘀 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀. El llenarse de dudas no es malo – en cierta medida – porque de eso se trata de perfeccionar continuamente a nuestra democracia, pedir resultados.

𝗡𝗼 𝗻𝗼𝘀 𝗹𝗶𝗺𝗶𝘁𝗲𝗺𝗼𝘀, 𝗻𝗶 𝗺𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗷𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹𝗶𝗺𝗶𝘁𝗲𝗻 a: pensar, razonar, analizar, hablar, escribir, publicar, expresarnos, escuchar otras visiones, deducir porque no está mal; al contrario, vamos a progresar.

Comprometámonos con la verdad, a veces no nos va a gustar, a veces nos va a indignar ver, leer o escuchar, pero con demasiada frecuencia caemos en la trampa de 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗿 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗼𝗰𝗮𝗱𝗮 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗮𝗰𝗲 𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗶𝗱𝗲𝗼𝗹𝗼𝗴𝗶́𝗮. Esto es un vicio demasiado peligroso para cualquier comunidad que aspire a construir una mejor convivencia.

𝗗𝗲𝗳𝗲𝗻𝗱𝗮𝗺𝗼𝘀 nuestra 𝗟𝗶𝗯𝗲𝗿𝘁𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗘𝘅𝗽𝗿𝗲𝘀𝗶𝗼́𝗻, 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗼𝗽𝗶𝗻𝗲, 𝘆 𝘀𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, porque lo requiere nuestra Democracia para que sea sólida y sana.

Al final de cuentas 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗿 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗰𝗿𝗶𝗺𝗲𝗻, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘀𝗶́ 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗰𝗿𝗶𝗺𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗺𝗮𝘁𝗮𝗿, 𝘆 𝗹𝗮 𝗹𝗶𝗯𝗲𝗿𝘁𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗲𝘅𝗽𝗿𝗲𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀: 𝗺𝗶 𝗱𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼, 𝘁𝘂 𝗱𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼, 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼.

¡𝗤𝘂𝗲 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗲 𝗠𝗲́𝘅𝗶𝗰𝗼!



Un análisis por Pedro De Jesús Castro Ávila del 03/06/2022.


Comments


bottom of page